Desde el convencimiento de que nuestro sector colabora muy activamente con el medio ambiente, desde siempre, en GLM estamos abiertos a cualquier visitante y en especial a los niños. En esta ocasión el Colegio San Agustín de nuestra localidad, ha podido comprobar como se fabrican los tapones de corcho, desde su origen.
Tampoco podemos olvidar que, a buen seguro estos niños cuando sean adultos sabrán elegir su vinos tapados con tapones de corcho. Por tanto, aparte de colaborar con la cultura, pensamos en el futuro.
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