Efectivamente, nos esforzamos en querer demostrar la seguridad que aportan nuestros tapones, por las diferencias con otros fabricantes, en nuestro proceso de fabricación, y en el control total de la trazabilidad. Pero, pocas veces incluimos en esas diferencias, las que nos vienen dadas “DEL CIELO”. Siendo más concretos, a través del clima en nuestra región:
NIVEL PLUVIOMÉTRICO Y HUMEDAD AMBIENTAL (del 1 de enero al 17 de agosto, 192,2 mm y medias anuales no superiores al 50% respectivamente). Estos parámetros tan bajos, nos permiten con total garantía y seguridad, mantener el corcho en el patio un año, sin riesgo alguno y, entre otras ventajas ya conocidas, conseguir que durante ese tiempo y con estas condiciones climáticas, eliminar las “pirazinas”. Foto nº 1.
ALMACENAJE SIN RIESGOS: Por los motivos expuestos, el almacenaje del corcho, tras el primer cocido y clasificación de las planchas, estará exento del riesgo de contaminaciones microbianas, por el bajo nivel de humedad. Foto nº 2.
SECADO NATURAL, CASI PERFECTO: Seguro, natural y económico. El conocimiento de cómo tratar mejor nuestra materia prima nos permite, trabajando a 3 turnos en los meses de julio y agosto, poder garantizar el secado natural de los tapones recién perforados, en el tiempo máximo de 48 horas en el patio.
Patio controlado por un “sol de justicia” que nos acompañará al menos durante 100 días, sin lluvia, con humedad bajísima y con temperaturas máximas que oscilarán entre los 37 y 45º. Esto, nos permite y garantiza que, para el mes de octubre, tengamos correctamente almacenados, los tapones del siguiente año. Foto nº 3
CREDIBILIDAD: Seguimos pensando que buena parte de nuestra credibilidad en el mercado, nos lo aporta nuestra transparencia. No tener secretos y contar donde están nuestras “ayudas”, lo consideramos además, una aportación al sector.
Francisco González Sánchez
Consejero Delegado.
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