Efectivamente, después de 8 semanas de duro trabajo en las Sierras de Aracena (Huelva), y San Pedro (Cáceres), por este año, hemos terminado, y tenemos todo el corcho perfectamente apilado (fotos 1 y 2) recibiendo ahora las muy altas temperaturas de julio y esperando las muy frías que le esperarán pasar en los meses de enero, febrero y marzo, para que, pasada la primavera, pueda estar en condiciones de poderse trabajar y darnos los tapones que en 2.023 deberán tapar millones de muy buenas botellas de vino.
Hemos sido optimistas y hemos apostado porque en 2.022 el vino, volverá a tener todo su esplendor y nos podrá hacer un poco más felices y a olvidar la pesadilla que por casi dos años habrá durado el maldito COVID 19. Por esto, nuestro aprovisionamiento de la presente campaña, ha sido superior en el 50% a las compras del pasado año 2.020.
Nos sentimos muy contentos por la calidad del corcho de la presente campaña, siendo el 80% aproximadamente de la Sierra de San Pedro y un 20% de la Sierra de Aracena. Precisamente el corcho de esta Sierra, es FSC y queda depositado en las pilas 4 (foto nº 3) y parte de la 5 (unos 60.000 kgs.)
Hacemos la observación que, la pila 9 (foto nº 4)corresponde a la saca de 2.020 y es la última que procesaremos de la anterior campaña. Ésta, tiene la particularidad de que tras 130 análisis de TCA, a los 42.000 kilos que pesó, todos los análisis han dado como resultado < 2 ng/l. de TCA Para nosotros todo un récord, que nos obliga a felicitar públicamente a nuestros técnicos “buscadores” de fincas, y también, nuestro mejor reconocimiento a la propiedad de la Finca “La Longuerilla” de donde salió este corcho en la Sierra de San Pedro.
Julio 2.021
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