2011: “EL 25 ANIVERSARIO”. Es cierto que, aunque el país y nuestro sector estaban metidos de lleno en la crisis, a nosotros todavía nos iba bien. Por ello, y con bastantes clientes ya en el extranjero y con presencia en prácticamente todas las regiones vitivinícolas nacionales, nuevamente volvimos a pensar en cómo complicarnos la vida. La solución: OTRO PROYECTO DE INVERSIÓN. Pero no uno cualquiera, el más grande de los acometidos hasta la fecha. Casi dos millones de euros, con los que cambiamos no sólo la imagen corporativa, sino prácticamente toda GLM 2 (zona de fabricación, nuevos equipos, nuevo laboratorio perfectamente equipado, nuevos despachos). En definitiva una nueva fábrica, que se seguía llamando igual que en 1986.
En los dos años siguientes a este año histórico para nosotros, hemos conocido los efectos de la crisis en nuestras carnes. No hay duda que, si nuestros clientes lo estaban sufriendo, nosotros estábamos en el mismo barco.
Podemos decir que gracias a estar bien reconocidos en el mercado exterior, hemos podido salir muy pronto de la crisis, pues ya este año, estaremos en claro beneficio y con un crecimiento que rondará el 40% en unidades y en facturación.
Cambiamos, actualizamos y modernizamos nuestra Web y disfrutaremos del segundo año de trabajo en las 6 delegaciones creadas en el exterior en el presente ejercicio.
Seguimos proyectando el futuro, la meta principal sigue siendo el control total del proceso y mejorar cada día un poco en el mismo, para poder llegar al ansiado 100% de efectividad.
2015: Tras dos años de ensayos, se decidió poner en práctica un nuevo proceso. Éste consiste en un triple lavado en agua natural, (descalcificada y declorada) que elimina la mayor parte de taninos y polifenoles existentes en los tapones. De este modo, junto al control de las pirazinas en el tiempo de curado al sol del corcho, conseguimos que nuestros tapones sean muy neutros y evitemos en buena parte, las desviaciones organolépticas que tanto molestan a los enólogos.
2016: Se modificó la línea de perforado automatizando tanto la alimentación de las perforadoras como la recogida del desperdicio, lo que permitió una mayor producción y reducción de costes, a la vez que se duplico la capacidad de la línea de ajuste dimensional de los tapones en bruto.
2017: Se instalo un nuevo sistema de depuración de las aguas de cocido y se obtuvo la certificación de calidad y seguridad alimentaria BRC.
Todo ello siguiendo nuestra idea de mejorar todos los procesos y controlar la trazabilidad al 100%, con el objetivo de dar la más alta garantía y seguridad en la utilización de nuestros tapones de corcho.